En La Academia no se fuma más.
Hace años, más de los que Milton e I pueden recordar, se fumaba. Y mucho.
Y estaba lleno de gente. Estudiantes, lúmpenes, proyectos de escritores, escritores
militantes full time, part time,
chicas nocturnas,
muchachos de mirada menos lánguidas
y todo una fauna digna de un libro de Asís. Del primer Asís, sobre todo.
Pero todos, todos, todos, fumban.
El café, como hoy, era horrible. Solo que más barato.
Muchos escribian en cuadernos.
Y la primera regla de socialización era la pregunta: tenés fuego?
Preludio de invitacíón a una charla, discusión, levante o simple
y cordial reconcimiento entre bichoa de bar.
No se cuanto duraré en este bar Virtual.
No hay cuadernos aquí.
No hay humo en este cyber.
I en España, Milton en su casa, yo en un cyber, apenas
a unas cuadras del sitio en cuestión que ya no nos alberga.
Donde ya no se fuma.
Pero ellos, insisten. Dicen: Ale, vení postéa aca.
Como decir, vení sentate.Tomá, y no me mojes el cigarro.
Vení. Esta también es una mesa. Tu mesa. Y no cierra.
Y aquí estoy, despacito sacando mi cuaderno
Wednesday, May 30, 2007
Encuentre las diferencias
Entre el momento en el cual conocí La Academia, hace diez años, y mi situación actual.
Sunday, May 27, 2007
Ufff
Pequeña resaca. Llegué a las ocho y media de la mañana más o menos.
Creo que además me mandé unas cuantas cagadas.
Por lo pronto, perdí las llaves...
whatever.
Creo que además me mandé unas cuantas cagadas.
Por lo pronto, perdí las llaves...
whatever.
Subscribe to:
Posts (Atom)